viernes, 2 de septiembre de 2016

Sin hogar

El oficial La Fosse y las autoridades apresan a la madre de Jean-Baptiste y la decapitan por infanticidio múltiple, entregando al niño a una nodriza llamada Jeanne Bussie en el convento de Saint-Merri donde recibe el bautismo.
La nodriza un poco malhumorada tildando al niño de "Estar poseído por el demonio" lo devuelve con repugnancia al padre Terrier, un monje de unos 50 años encargado de manejar los fondos destinados a la beneficencia, replicando que no lo devolvía por falta de dinero si no porque no olía como debían oler los lactantes, que según ella debían oler a caramelo fresco, sin embargo el no olía a nada y esto le causaba desagrado y algo de temor. El padre Terrier después de un intento fallido de convencer a Jeanne de quedarse con el niño decide dárselo a otra nodriza; Madame Gaillard.